Daily Devotionals

¿Necesita más fe en la cuenta de su corazón? Entonces ¡deposite más! Ya que puede tener cuanta fe quiera. La cantidad de Palabra que usted ponga en su corazón, determinará cuánta fe tendrá disponible cuando la necesite. De usted depende. Y nadie puede impedir que realice ese depósito a diario. Si tiene una Biblia, puede efectuar un depósito a diario. De hecho, mejor realice un depósito cada día, ya que existe la posibilidad de que necesite realizar un retiro en cualquier momento del día. Pues retirar sin antes haber realizado un depósito, lo puede dejar sin suficientes recursos espirituales para cumplir su trabajo. Algunas personas desean vivir sin esforzarse lo necesario para crear su cuenta espiritual. Desean disfrutar de las bendiciones celestiales, pero no quieren desarrollar la fe que se necesita, a fin de que éstas se manifiesten aquí en la Tierra. ¡No sea una de ellas! No espere recibir algo de parte de Dios sin utilizar la fe; eso no sucederá. Abraham tuvo que actuar en fe para tener a Isaac. Moisés necesitó actuar en fe para llevar a los israelitas a la Tierra Prometida. Josué obró en fe para que cayeran los muros de Jericó; Rahab también tuvo que ejercer su fe para que la parte de la muralla donde ella vivía no cayera. Y si Abraham, Moisés, Josué y Rahab necesitaron fe; entonces usted también deberá ejercerla. Todas las grandes victorias escritas en Hebreos 11, ¡se manifestaron en la Tierra por y a través de la fe! Ésta es la manera en que suceden las cosas. Por esa razón, lo más importante que usted debe realizar en esta vida es mantener su corazón lleno de la Palabra de Dios; pues todo lo demás se puede solucionar si la cuenta de la Palabra está llena. Eso explicó Jesús en Mateo 6:33. Cuando convierte a la Palabra en su prioridad número uno, todas las demás cosas le serán añadidas, incluyendo más fe. Entonces ¡no espere más! Sumérjase en la Palabra, deposítela en su corazón y ¡vea cómo se incrementa su fe! Job 16-17; Apocalipsis 7 Yo busco primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todo me será añadido (Mateo 6:33).