Daily Devotionals

February 11

Cosas que sobrepasan lo que pueda pedir

Gloria Copeland
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros.

Pocas cosas en la Biblia han causado más polémica que el hablar en lenguas. Muchas iglesias se han dividido al respecto y muchos creyentes han sufrido persecución y hasta han muerto por hablar en lenguas.

¿Quién es el culpable de todo esto? El mismo Satanás. A él le asusta tanto que hablemos en lenguas que siempre está tratando de impedirnos que lo hagamos, y se vale de la persecución y la contienda para lograr su propósito.

El diablo sabe (aunque nosotros no lo sepamos) que la oración en lenguas es la única manera de orar fuera del límite del entendimiento humano. Dios nos la ha dado para que nos conectemos con la mente del Espíritu.

Cuando oramos en lenguas, El Espíritu Santo en nosotros se activa y empieza a enseñarnos y a darnos entendimiento. Si quiere ver un ejemplo de lo que la oración en lenguas puede lograr, considere al apóstol Pablo. El dijo que oraba en lenguas más que cualquiera en la iglesia de Corinto, y a él debemos la mayor parte del Nuevo Testamento.

Otro ejemplo es la primera iglesia de Jerusalén. Los creyentes aún no tenían el Nuevo Testamento: No podían decir: “Vamos a ver qué dice la Carta a los Efesios en cuanto al plan de Dios para nosotros”. Tuvieron que orar en lenguas hasta que la luz de la revelación de Dios alumbró sus corazones. La oración en lenguas era la herramienta que tenían, y la utilizaron para trastornar el mundo.

Hace algunos años, Dios empezó a decirme que pasara una hora al día orando en lenguas. Después de hacerlo por algún tiempo, empecé a conocer gente que había sido guiada a hacer lo mismo. Dios estaba instando a los creyentes en todo el mundo a orar más en el Espíritu.

Si usted aún no ha tomado la decisión de orar en lenguas todos los días, tome esa decisión ahora mismo. Descarte los desacuerdos y la confusión que el diablo ha sembrado, y diga: “Señor, voy a hacerlo. No me importa lo que el diablo diga, y me tiene sin cuidado lo que los demás digan. Sé que Tú tienes cosas maravillosas para mí que ni siquiera puedo imaginarme: cosas que sobrepasan lo que pueda pedir o entender, pero que recibiré al orar en el Espíritu”.

No permita que el diablo le perturbe con sus distracciones. Conéctese con la mente de Dios. Hable de la sabiduría divina. Ore en el Espíritu.

Scripture Study: Isaías 28:9-12


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