Daily Devotionals

November 28

Imite a los fieles

Kenneth Copeland
Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.

Aparte de la Palabra de Dios y de la oración, no hay nada que pueda ayudarle tanto como el observar e imitar a un verdadero hombre de fe. Yo me di cuenta de eso de una manera sorprendente hace muchos años cuando era estudiante en la Universidad Oral Roberts. Como copiloto del avión que transportaba al hermano Roberts y al personal a las campañas de sanidad, tuve la oportunidad de observar a Oral Roberts de cerca: iba a donde él iba, lo oía predicar y lo veía imponer las manos sobre los enfermos.

Nunca olvidaré el día que tuve la oportunidad de poner en práctica algo que había aprendido de él. Yo había estado en algunas de sus campañas pero todavía era muy novato en la vida espiritual. Se me había asignado la tarea de ayudar a las personas inválidas para que el hermano Roberts impusiera las manos sobre ellas. Era la primera vez que estaba en un salón rodeado de toda clase de enfermedades. Cuando el hermano Roberts entró, en vez de imponer él mismo las manos sobre las personas, me tomó por la manga del saco y me dijo: “Haga usted la oración e imponga las manos sobre esas personas”.

Sé que debí haberme puesto pálido, pues nunca antes había orado en cuanto a cosas como esas. Quizá hubiera orado en cuanto a un dolor de cabeza o algo así, pero nada más.

La primera mujer a la que nos acercamos tenía cáncer en el estómago; pesaba menos de 80 libras; era la muerte en pintura. Me dirigí hacia ella y antes de que pudiera abrir mi boca, escuché una voz decir: “En el nombre de Jesús, toma tu lecho y anda”. Al instante ella escupió ese cáncer sobre el piso. Luego saltó de ese lecho y gritó: “¡Estoy sana!”, y comenzó a correr por el salón.

Esa experiencia cambió mi vida. Cuando me acerqué a la persona siguiente y levanté mis manos, podía sentir la sanidad fluir. Había visto a Jesús sanar por medio del hermano Roberts, así que, en mi mente, podía ver a Jesús sanando por medio de mí.

Usted puede hacer lo mismo. Busque a alguien que ande en más fe y poder que usted y aprenda de él. Reconozca a Jesús en ellos e imítelos. Con el tiempo, otros empezarán a ver a Jesús en usted.

Scripture Study: 2 Reyes 2:1-15


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