Daily Devotionals

September 10

No desconecte su fe

Gloria Copeland
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

¿Ha experimentado tiempos donde todo está a su favor, su fe funciona y produce resultados. Pero de repente descubre que algo extraño está creciendo en su interior? Es posible que comience a sentirse un poco irritado por el éxito de los demás, o talvez comience a desanimarse porque una circunstancia en su vida no ha cambiado. ¡Cuidado! Es probable que le haya dado lugar a la envidia o a la contienda. Satanás es consciente de que si detiene la obra de su fe, puede distorsionarlo todo. Pero el enemigo también sabe que no puede llegar precipitadamente frente a la puerta de su casa, y robar la fe de su corazón; entonces él se escabulle por la parte de atrás. Usa la envidia y la contienda para interrumpir el fluir del amor en su vida. Cuando el fluir del amor es interrumpido, su fe también se detiene porque ésta obra por el amor (Gálatas 5:6). Muchos cristianos no entienden este principio; por eso, luchan, pelean y se quejan unos con otros; y se preguntan todo el tiempo por qué su fe no produce resultados. Ellos no se dan cuenta que si desean vivir conforme al poder y a la bendición de Dios, no pueden permitir que la envidia o la contienda gobierne sus vidas. Punto. De acuerdo con Santiago 3:16, la envidia y la contienda le abren al diablo una puerta en su vida. ¿Qué clase de “obras perversas” traerá el diablo a través de esa puerta abierta? Todo, desde la depresión hasta el asesinato. Sí, ¡asesinato! Por esa razón, la envidia es el primer acto registrado en Génesis 4. Caín asesinó a Abel porque sentía envidia. Entonces ¿qué debe hacer? ¡Cierre la puerta! Resista con fuerza esas presiones carnales y las tentaciones del diablo. Enfrente la contienda como si estuviera enfrentando una serpiente de cascabel, o cualquier otro invasor mortal. ¡Rechácelo! Si se ha percatado de alguna persona a su alrededor que es más exitosa que usted, no sea tan ingenuo como para caer en la trampa que la envidia le ha tendido. ¡Tome ventaja sobre el diablo! ¡Cámbiele el juego! Empiece a alabar a Dios por el éxito de esa persona, y haga lo que pueda para ayudarla a ser aún más exitosa. En otras palabras, cualquiera que sea su situación, comience a obrar en amor y rinda el egoísmo. Si actúa de ese modo, mantendrá la puerta abierta para recibir las bendiciones de Dios y ¡evitará que el diablo desconecte su fe! Isaías 4-6; Salmos 28-29 Yo vivo en amor, resisto la envidia y la contienda. Porque donde hay envidia y contienda allí hay confusión y toda obra perversa (Santiago 3:16).

Scripture Study: Génesis 4:1-15


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