Daily Devotionals

March 30

¡Simplifique su vida!

Gloria Copeland
Los que fueron sembrados entre espinos son los que oyen la Palabra, luego los afanes, las ansiedades del mundo, las distracciones de la época, los placeres, los deleites, el falso glamour, el engaño de las riquezas, la codicia y el deseo ardiente de otras cosas; entran, ahogan y sofocan la Palabra, y ésta se hace infructuosa.

Durante los años que he vivido por fe, me he dado cuenta que es muy fácil enredarse en los afanes de esta vida. De hecho, algunas veces parece que este mundo es como un pulpo que siempre intenta asirlo con sus tentáculos. Y si no anda con cuidado, lo atrapará y lo rodeará hasta que esté completamente atrapado en las cosas mundanas y triviales de este mundo. Si permite que éstas lo persuadan, lo derriben, lo mantengan dominado y le impidan elevarse a las cosas eternas de Dios. Éstas ahogarán la Palabra que ha sido plantada en su corazón, y lo dejarán sin fe y sin poder; a esto se refiere Marcos 4:18-19. Aquí en los Estados Unidos, debemos ser especialmente cuidadosos contra tales enredos porque ¡tenemos demasiadas posesiones materiales! Y podemos fácilmente invertir nuestro tiempo cuidando de ellas. Un día, mientras un amigo mío oraba, el Señor le indicó que este país se había convertido en una nación de personas de mantenimiento. Mantenemos nuestra casa, nuestros patios, nuestro automóvil, nuestro cabello, nuestras uñas y nuestra ropa. El problema consiste en que nos toma demasiado tiempo cuidar de las cosas naturales en nuestra vida; por tanto, ya no contamos con el tiempo necesario para mantener nuestro ser espiritual. Entonces necesita: Simplificar su vida. Quizá usted diga: “Pero hermana Gloria, lo que hago es importante. No lo puedo quitar de mi vida”. Preste atención, no hay nada más importante que invertir tiempo con Dios en oración y en Su Palabra. Por tanto, realice los cambios necesarios para dedicarle tiempo a Dios. Cuando esté por comenzar algo nuevo, verifique el costo ?no sólo de dinero, sino también de tiempo?. Pregúntese a sí mismo: “¿Puedo afrontar esto espiritualmente? ¿Puedo dar mis preciosas horas y minutos que se requerirán para este proyecto (posesión o pasatiempos, etc.) y que todavía abunde tiempo para tener comunión con el Señor?”. Si la respuesta es no, entonces abandone esos proyectos. Comprendo que significaría renunciar a muchas cosas que disfruta; pero recuerde que su objetivo no es agradarse a sí mismo, sino a Aquel que lo llamó. Y créame que al realizar esos sacrificios por el Señor, Él siempre se asegurará de que usted sea bien recompensado; no sólo en este tiempo, sino en el venidero. Andar en obediencia y comunión con Dios es la buena vida. Deuteronomio 30-31; Hechos 13 Dejo a un lado todo el peso que fácilmente me asedia (Hebreos 12:1)

Scripture Study: Lucas 12:22-31


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